Este balance se traduce en una experiencia única para el consumidor, ofreciendo un bajo contenido de THC del 4-6% y un alto porcentaje de CBD entre 13-17%, lo que la convierte en una opción predilecta para aquellos que buscan los beneficios terapéuticos del cannabis sin los intensos efectos psicoactivos.
Originaria de un cruce secreto de Cannatonic, esta cepa se destaca por su perfil genético mayoritariamente híbrido, lo cual le confiere un sabor y aroma característicos donde predominan notas cítricas, terrosas y de pino. La Cannatonic es particularmente apreciada por su capacidad para inducir un estado de relajación y calma, sin llegar a la sedación profunda, facilitando su uso en diferentes momentos del día.
Desde el punto de vista agronómico, Cannatonic se adapta tanto al cultivo interior como exterior, mostrando una estatura media de 1.2 metros y una producción generosa que oscila entre 500 gr/m² en interiores y hasta 650 gr/planta en exteriores. Su periodo de floración se sitúa entre 8 a 10 semanas, con la posibilidad de cosechar en todas las temporadas, lo que la convierte en una variedad atractiva para cultivadores de todos los niveles de experiencia.
La popularidad de Cannatonic también radica en su versatilidad medicinal, siendo altamente recomendada para el tratamiento de ansiedad, depresión y migrañas. Esto es posible gracias a su rico perfil de terpenos, entre los que destacan el alfa-pineno, humuleno y limoneno, conocidos por sus propiedades ansiolíticas y antiinflamatorias.
El proceso de germinación de las semillas feminizadas de Cannatonic es sencillo y accesible, incluso para principiantes, siguiendo métodos recomendados que aseguran una tasa de éxito elevada. Este cuidado inicial es fundamental para desarrollar plantas saludables y potentes, capaces de expresar plenamente el potencial genético de esta cepa única.