La CBD Cheese (1:1) posee un contenido de THC del 10% y un contenido de CBD similar, lo que la convierte en una opción ideal para aquellos que buscan los beneficios terapéuticos del CBD sin un efecto psicoactivo abrumador. Su perfil genético es predominantemente Sativa, lo que se refleja en sus características de crecimiento y en los efectos que produce.
En términos de cultivo, esta cepa es adecuada para principiantes, ya que es relativamente fácil de manejar y se adapta bien tanto a entornos de interior como de exterior. Alcanza una altura considerable, especialmente al aire libre, donde puede llegar a los 2 metros. Se caracteriza por tener una estructura densa y frondosa, típica de las variedades Indica, con una distancia internodal más amplia, una herencia de su lado Sativa. Esto permite una mejor penetración de la luz y una rápida aireación, reduciendo el riesgo de problemas de humedad y plagas.
El período de floración de CBD Cheese (1:1) es de 8 a 10 semanas, y durante este tiempo, la planta desprende un aroma intenso y característico que recuerda al queso añejo con toques florales. Esta peculiaridad en su aroma se complementa con sabores igualmente distintivos, donde predominan notas de queso, cítricos, naranja, skunk y dulzor.
Desde el punto de vista de los efectos, CBD Cheese (1:1) ofrece un subidón moderado y duradero, con una sensación equilibrada de bienestar y felicidad. Es conocida por sus propiedades ansiolíticas y antiinflamatorias, lo que la hace una opción popular entre los usuarios médicos de cannabis. Además, esta cepa se recomienda para aliviar la fatiga, los espasmos musculares y el estrés, proporcionando un efecto relajante y feliz, e incluso fomentando la conversación y la sociabilidad.