Este linaje, predominantemente sativa, se destaca no solo por su impresionante contenido de THC del 16-19%, sino también por su perfil aromático dulce y frutal, que promete una experiencia sensorial sin igual.
Cultivada en las laderas andinas, esta cepa es el resultado de la meticulosa selección y el cruce de variedades nativas, lo que ha dado lugar a una planta de impresionante estatura y una generosidad en su producción, tanto en interiores como en exteriores. Su periodo de floración, de 75 a 85 días, es un testimonio de su antigua genética, prometiendo a los cultivadores pacientes cosechas abundantes de flores densas y resinosas.
Al inhalar su humo suave, se despliega un espectáculo de sabores que recuerdan a frutas exóticas mezcladas con dulces notas terrosas, una combinación que seduce al paladar y eleva el espíritu. Los efectos de Colombian Gold son igualmente impresionantes, caracterizados por una euforia cerebral que despierta la creatividad, el júbilo y una energía renovada. Esta cepa se convierte en una aliada para aquellos momentos en que se busca inspiración o simplemente un escape vibrante de la monotonía diaria.
Más allá de su uso recreativo, Colombian Gold tiene un perfil terapéutico notable. Su capacidad para aliviar el estrés, combatir la ansiedad y mitigar los síntomas de la depresión la convierte en una opción valiosa para pacientes que buscan un alivio natural. La presencia de terpenos como el alfa-pineno y el limoneno no solo contribuye a su aroma único, sino que también ofrece beneficios antiinflamatorios y antidepresivos, haciendo de esta cepa un complemento holístico para el bienestar.