Cream Caramel Strain

QUIERO EL DESCUENTO

La cepa de cannabis Cream Caramel se erige como una joya en el mundo del cannabis, encarnando una perfecta fusión de genéticas Indica dominantes que capturan la esencia de la relajación y el sabor exquisito. Originada del meticuloso cruce entre Blue Black, Maple Leaf Indica y White Rhino, esta variedad ha sido cuidadosamente seleccionada para ofrecer un perfil aromático complejo y una experiencia consumadora inolvidable.

El nombre Cream Caramel no solo evoca imágenes de dulzura y suavidad, sino que también refleja fielmente el perfil de sabor de esta cepa única. Con una paleta de gustos que abarca desde lo dulce y cítrico hasta toques terrosos y de limón, los consumidores se embarcan en un viaje sensorial que satisface tanto a los paladares novatos como a los más exigentes. La presencia de terpenos como el alfa-pineno, limoneno y linalool no solo contribuye a su bouquet aromático, sino que también potencia sus propiedades terapéuticas, ofreciendo alivio contra la fatiga, los espasmos musculares y el estrés.

Con un contenido de THC que oscila entre el 19% y el 24%, Cream Caramel promete efectos potentes y duraderos. Los usuarios reportan una sensación de felicidad y relajación profunda, acompañada de una sociabilidad incrementada, lo que la hace ideal para consumir en las horas de la tarde o noche, tras un largo día de trabajo. Esta cepa se posiciona como una aliada para aquellos que buscan desconectar del bullicio diario y sumergirse en un estado de bienestar y calma.

Desde el punto de vista del cultivo, Cream Caramel se muestra como una opción versátil y agradecida, adaptándose tanto a entornos interiores como exteriores. Su estructura robusta y compacta es testimonio de su herencia Indica, lo que facilita su manejo y optimiza el espacio de cultivo. Los cultivadores pueden esperar un rendimiento medio, con cosechas que reflejan la calidad superior de sus flores, densas y repletas de tricomas resinosos.

La floración de Cream Caramel se sitúa entre las 8 y 10 semanas, un periodo razonable que culmina en cogollos que son verdaderas obras de arte visual y gustativo. Al aire libre, se adapta a una amplia gama de climas, aunque muestra preferencia por los más cálidos, prometiendo una generosa cosecha a mediados de octubre.

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