Esta variedad autofloreciente destaca por su equilibrado perfil genético, resultado de cruzar Sunset Sherbet, Girl Scout Cookies y Ruderalis, lo que le confiere una robustez única y una adaptabilidad excepcional a diversos entornos de cultivo.
Con un contenido de THC que oscila entre el 8% y el 10%, Fro-Yo Auto se posiciona como una opción moderada para aquellos usuarios que buscan disfrutar de los beneficios terapéuticos del cannabis sin experimentar efectos psicoactivos abrumadores. Además, su 5% de CBD añade un valor medicinal adicional, haciendo de esta variedad una elección idónea para aliviar síntomas de fatiga, espasmos musculares y estrés, gracias a su capacidad para inducir estados de creatividad, energía y elevación.
El sabor y aroma de Fro-Yo Auto son, sin duda, dos de sus atributos más celebrados. La combinación de notas cítricas y Kush crea una experiencia sensorial placentera y refrescante, ideal para disfrutar al final de un largo día o durante momentos de relajación activa. Este perfil de sabor se complementa con una compleja mezcla de terpenos, entre los que destacan el Alpha Humulene, Alpha-Phellandrene, Alpha-Pinene, Beta-Caryophyllene, Beta-Pinene, Caryophyllene Oxiyde, Delta-3-Carene, Eucalyptol, Geranyl Acetate, Limonene, Linalool, Myrcene, Nerolidol y Terpinolene, responsables no solo de su aroma característico sino también de potenciar sus efectos terapéuticos y sensoriales.
Desde el punto de vista agronómico, Fro-Yo Auto es una variedad que destaca por su facilidad de cultivo y su ciclo de vida corto, ofreciendo a los cultivadores la posibilidad de obtener cosechas abundantes y de calidad en un período de 8 a 9 semanas desde la germinación hasta la cosecha. Su estatura media, que no supera los 1.5 metros, la hace ideal para cultivos tanto en interiores como en exteriores, especialmente en espacios reducidos.
