El perfil de THC de Lavender alcanza el 20%, colocándola en un rango medio-alto en cuanto a potencia. Esta concentración garantiza una experiencia intensa y duradera, ideal para quienes buscan efectos fuertes y claros. A pesar de su potencia, Lavender mantiene un bajo contenido de CBD, lo que contribuye a un efecto más psicoactivo que medicinal en términos de alivio del dolor.
Una de las características más notables de Lavender es su sabor y aroma. Los consumidores reportan una mezcla compleja de notas herbales, especiadas y dulces, que recuerdan al hachís afgano tradicional. Esta combinación de sabores hace que cada experiencia de consumo sea única y profundamente satisfactoria, especialmente para aquellos con un paladar refinado.
Desde el punto de vista del cultivo, Lavender es una opción accesible para principiantes. Su robustez genética le permite adaptarse a diversos entornos de cultivo, tanto en interiores como en exteriores. La planta de Lavender muestra un crecimiento vigoroso y un tiempo de floración relativamente corto de aproximadamente 50 días, lo que la hace atractiva para aquellos que desean resultados rápidos sin sacrificar la calidad.
En términos de apariencia, Lavender es visualmente impresionante. Durante las últimas etapas de su ciclo de vida, las hojas pueden adquirir una coloración púrpura oscuro, casi negro, una característica heredada de sus ancestros. Esta peculiaridad, junto con sus cogollos densos y resinosos, hace que Lavender sea una cepa muy buscada por su belleza estética.
Además de sus atributos recreativos, Lavender también ofrece beneficios terapéuticos significativos. Es especialmente eficaz en el tratamiento de condiciones como la ansiedad, la artritis y el insomnio. Estos efectos medicinales, combinados con su perfil de sabor y aroma únicos, la convierten en una opción popular para aquellos que buscan alivio a través del cannabis medicinal.
