Mandarine Auto es el resultado de un meticuloso proceso de selección y cruzamiento genético, cuyo objetivo ha sido obtener una cepa que no solo destaque por su resistencia y facilidad de cultivo, sino también por ofrecer una experiencia sensorial única. Esta variedad autofloreciente, predominantemente Indica, es la descendiente de un cruce entre genéticas de prestigio, que le confieren un perfil terpénico rico en notas cítricas y dulces, reminiscente de las mandarinas frescas en un día de verano.
Desde el punto de vista del cultivo, Mandarine Auto es una opción ideal para aquellos que buscan eficiencia y discreción. Su naturaleza autofloreciente significa que no requiere de ciclos de luz específicos para florecer, lo que simplifica enormemente el proceso de cultivo, haciéndola adecuada para interiores y exteriores. Además, su estatura compacta permite un manejo más fácil y la posibilidad de cultivarla en espacios reducidos, sin sacrificar la calidad ni la cantidad de la cosecha.
Con un contenido de THC que oscila entre el 16% y el 20%, Mandarine Auto se posiciona como una cepa potente, capaz de producir efectos relajantes y eufóricos. Es perfecta para aquellos momentos de descanso y ocio, donde el bienestar físico y mental es el objetivo principal. Aunque su uso recreativo es notable, no se puede ignorar su potencial terapéutico, ya que sus propiedades pueden ayudar a aliviar el estrés, la fatiga y los espasmos musculares, ofreciendo un alivio natural a quienes lo necesitan.
En cuanto a su cultivo, Mandarine Auto se adapta bien a diferentes técnicas y entornos, demostrando una gran resiliencia frente a plagas y enfermedades. Su período de floración es relativamente corto, con cosechas listas para ser recolectadas en un lapso de 8 a 10 semanas desde su germinación. Esta rapidez en llegar a la madurez hace que sea posible realizar varias cosechas al año, maximizando el rendimiento para el cultivador.
