Originaria de la vigorosa y mítica Matanuska Thunderfuck, esta cepa regular, predominantemente índica, destaca por su robustez y su adaptabilidad tanto en interiores como en exteriores, prometiendo un cultivo accesible y productivo para cultivadores con experiencia previa.
Con un período de floración de 60 a 70 días, Matanuska Tundra Regular desarrolla cogollos compactos y resinosos, emanando un aroma embriagador donde se entrelazan notas dulces, terrosas y de chocolate, una combinación que seduce desde el primer instante. Esta variedad se caracteriza por su potente efecto relajante y narcótico, herencia de su linaje Matanuska Thunderfuck, ofreciendo un viaje sensorial único marcado por la creatividad, la energía y una sensación de elevación espiritual.
En términos de producción, Matanuska Tundra Regular se muestra generosa, con rendimientos interiores que pueden oscilar entre 350 y 400 gr/m² y exteriores que alcanzan los 500 a 600 gr/planta, demostrando su capacidad para ofrecer abundancia sin sacrificar la calidad. Su resistencia y fácil manejo la convierten en una candidata ideal para técnicas de cultivo avanzadas que buscan maximizar la exposición a la luz y optimizar el espacio, tales como el método LST (Low Stress Training).
Además de sus cualidades estéticas y productivas, Matanuska Tundra Regular se distingue por su versatilidad médica, ofreciendo alivio a pacientes con condiciones como artritis, insomnio y dolor crónico, gracias a su balanceado contenido de THC (15-20%) y CBD bajo (0.3%).