Visualmente, Purple Thai es una planta llamativa con tonos púrpuras vibrantes que reflejan su nombre. Alcanza alturas considerables, hasta 2.5 metros en condiciones óptimas, lo que la hace una opción popular tanto para cultivos interiores como exteriores. Su estructura robusta soporta bien las ramas satélites, permitiendo una distribución uniforme de la luz y una floración eficiente.
En cuanto a su sabor, Purple Thai ofrece una compleja mezcla de notas terrosas, herbales, picantes y dulces, proporcionando una experiencia sensorial rica y envolvente. El perfil terpénico de esta variedad incluye compuestos como Alpha Cedrene, Alpha-bisabolol, Alpha-Pinene, Beta-Caryophyllene y muchos más, que no solo contribuyen a su aroma y sabor distintivos, sino que también se cree que tienen propiedades terapéuticas.
Los efectos de Purple Thai son predominantemente cerebrales, característicos de las cepas Sativa. Los usuarios pueden esperar una sensación de euforia y energía, estimulando la creatividad y la concentración. Esto la hace ideal para actividades que requieren un impulso mental o para disfrutar durante el día. Además, esta variedad es apreciada por sus propiedades relajantes, ayudando en la reducción del estrés y el alivio de la fatiga.
Desde el punto de vista del cultivo, Purple Thai es una opción accesible tanto para principiantes como para cultivadores experimentados. Su periodo de floración dura entre 8 y 10 semanas, y aunque se adapta bien a diferentes técnicas de cultivo, se beneficia especialmente de métodos como el ScrOG (Screen of Green) para maximizar la exposición a la luz y mejorar el rendimiento. En cultivos interiores, se pueden esperar rendimientos de aproximadamente 450 a 500 gramos por metro cuadrado, mientras que en exteriores, cada planta puede producir hasta 600 gramos.