Esta variedad autofloreciente es el resultado de una meticulosa cruz entre Shiskaberry y Ruderalis, dando vida a una cepa que no solo promete una facilidad de cultivo sorprendente sino también una producción de efectos y sabores que satisfacen incluso al paladar más exigente.
Con un contenido de THC que oscila entre el 18% y el 20%, Shiskaberry Autoflower se posiciona como una opción potente para aquellos que buscan experimentar un efecto relajante y eufórico, ideal para disfrutar al final de un largo día. Su perfil indica predominante se refleja en una estructura de planta compacta y robusta, facilitando su cultivo en espacios reducidos, tanto en interiores como en exteriores.
El aroma y sabor de Shiskaberry Autoflower son, sin duda, dos de sus características más destacadas. La combinación de notas frutales, bayas, terrosas y dulces convierte cada calada en una experiencia sensorial única. Estos perfiles de sabor se deben a la presencia de terpenos específicos como el alfa-humuleno, beta-mirceno y beta-cariofileno, que no solo contribuyen a su aroma y sabor excepcionales sino que también potencian los efectos terapéuticos de la planta, ofreciendo alivio contra el estrés, el dolor y favoreciendo el sueño.
La facilidad de cultivo de Shiskaberry Autoflower es otro de sus puntos fuertes. Siendo una variedad autofloreciente, no requiere de cambios en el ciclo de luz para florecer, lo cual simplifica significativamente el proceso de cultivo. Esta característica la hace ideal tanto para cultivadores novatos que dan sus primeros pasos en el mundo del cannabis, como para aquellos más experimentados que buscan optimizar sus ciclos de cultivo. La planta completa su ciclo de vida en aproximadamente 8 a 10 semanas, desde la germinación hasta la cosecha, lo que permite a los cultivadores disfrutar de sus frutos rápidamente.
